Creo que podemos elegir muchas cosas , y que otras nos vienen impuestas , y que ni siquiera las que nos vienen impuestas son siempre tan malas y que las que elegimos no siempre son las mejores, aunque en ese momento nos lo parezcan. Da mucho vértigo enfrentarse a la idea de que una vez tomamos decisiones es como si saltasemos desde un barranco al vacío, pudiendo caer de pie o pegandonos un buen golpe.
Después de ser capaz de decir que vas a por algo y que no te preocupa el precio a pagar te conviertes en tu único cómplice , aunque puede que el futuro tenga otras cartas para ti llevas la idea de como quieres que sea , que no te la quiten.
Cuando pasen ciertos años habrás aprendido una cosa , cualquier movimiento es crucial y si no tu presente se encargará de recordártelo cada día.
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