Quizás tu eras todo lo que yo quería .
Siempre quise confiar en el destino , en que la suerte era para los débiles y que nosotros con nuestra fuerza haríamos que todo saliera adelante, a flote. Espero que a nosotros no nos pase como al Titanic.
Es como si estuviéramos en un puerto en el que hubiera infinidad de barcos para elegir en cual hacerse el crucero; había yates de más y menos lujo pero me montaba siempre en el mismo , mientras tú andabas en los cincuenta, cada día probabas uno.
Si te digo la verdad todas las cartas que te puedas imaginar están escritas hacia lo mismo y en la misma dirección que arrancamos pero el contenido ya es otro.
Ahora son cartas tiradas a la mar , las de el principio por que nos ha cambiado mucho la historia, ambos sabemos que lo ha hecho por que yo ya no soy igual y tu tampoco, pero en esta última carta de hoy puedo emplear la sabiduría que no tenía hace unos meses y sabes que , he aprendido a quererme y a reconocer el valor que tengo y tu vas a entender cuantas lágrimas me has hecho hechar con solo una mirada. Dentro de este gran crucero que repetimos sin rumbo existe una abismal diferencia y es que yo me lo tomo en serio y tú no, por eso siempre me monto en tu yate por que lo prefiero a otros y tu solo corres y corres cada vez más en el sentido contrario por que sigues queriendo hacer otras rutas y en distinta compañía.
¿Te lo diré yo ? No.
Claramente te lo va a decir el tiempo , por que durante mucho tiempo puede ser toda una vida o quedarse a vivir en el recuerdo de lo que pudo aver sido.
Comentarios
Publicar un comentario